En primer video Asia Bibi alienta a fieles a mantenerse firmes en lo que creen
Asia Bibi, la madre católica que estuvo diez años presa y condenada en Pakistán acusada falsamente de blasfemia, publicó un video desde el exilio en Canadá para animar a los creyentes a mantenerse siempre fieles, incluso si es necesario sacrificarlo todo.
“Yo, Asia Bibi, hija de Salamat Masih, creo en Jesús. Y hoy quiero declarar una cosa al mundo: que no hice nada malo para merecer lo que sufrí durante diez años”, dice la mujer en un video publicado en Youtube el 8 de septiembre.
“Fui una prisionera condenada a muerte. Me acusaron de blasfemia pero se me dio la libertad a través de Jesús y nunca dejé que mi fe se debilitara”, agrega.
“Mi fe es lo suficientemente fuerte que quiero pedirles: no se alejen de lo que creen. A todo el mundo, por favor manténganse fieles a lo que creen. Y para todo el mundo mi mensaje es el mismo, manténganse fieles a lo que creen incluso si tienen que afrontar la espada, manténganse firmes con su fe, incluso si tienen que sacrificarlo todo”, subraya Asia Bibi en el video en el que solo se oye su voz y no se le puede ver.
Dirigiéndose luego a quienes han sido acusados de blasfemia en países musulmanes y que esperan su ejecución, la mujer los anima a “pensar positivamente” y los demás les pide que “sean positivos por ellos, vayan a visitarlos y escúchenlos”.
El caso de Asia Bibi
En junio de 2009 Asia Bibi trabajaba recogiendo frutas en la localidad de Sheikhupura, cerca de la capital Lahore. Cuando se acercó a un pozo para beber, un grupo de musulmanas la acusaron de contaminar el agua por ser cristiana.
Bibi respondió a los insultos contra su fe diciendo: “Yo creo en mi religión y en Jesucristo que murió en la Cruz por los pecados de la humanidad. ¿Qué hizo su profeta Mahoma para salvar a la humanidad?".
Tras ser acusada de blasfemar contra el islam, Bibi permaneció encarcelada desde el 2009 y condenada a muerte en 2010.
A nivel internacional comenzó una campaña para lograr su liberación. El 31 de octubre de 2018 y nuevamente en enero de 2019 la Corte Suprema anuló la condena que pesaba sobre esta madre católica.
Sin embargo, el caos político generado tras la decisión de la corte de liberarla hizo que Bibi no pudiera salir del país sino hasta mayo de este año para unirse a sus dos hijas que ya habían recibido el asilo en Canadá.
La dura ley antiblasfemia pakistaní fue establecida en la época colonial británica para evitar choques religiosos, pero en la década de 1980 varias reformas auspiciadas por el dictador Zia ul Haq favorecieron el abuso de esta norma.
Desde entonces se han producido más de un millar de acusaciones de blasfemia, un delito que puede llevar la pena de muerte, aunque todavía nunca se ha llevado a cabo esa condena.